TIPOS
DE CONTAMINANTES DEL AGUA
Los contaminantes del
agua se pueden clasificar de diferentes maneras. Una posibilidad bastante usada
es agruparlos en los siguientes cuatro grupos:
• Microorganismos patógenos:
son los diferentes tipos de microorganismos (bacterias, virus, protozoos y
otros organismos microscópicos) que transmiten enfermedades como el cólera,
tifus, gastroenteritis diversas, hepatitis, etc. En los países en vías de
desarrollo las enfermedades producidas por estos patógenos son uno de los
motivos más importantes de muerte prematura, sobre todo de niños. Normalmente
estos microbios llegan al agua en las heces y otros restos orgánicos que
producen las personas infectadas. Por esto, un buen índice para medir la
salubridad de las aguas, en lo que se refiere a estos microorganismos, es el
número de bacterias coliformes presentes en el agua. La OMS (Organización
Mundial de la Salud) recomienda que en el agua para beber haya 0 colonias de
coliformes por 100 ml de agua.
• Desechos orgánicos:
son el conjunto de residuos orgánicos producidos por los seres humanos, ganado,
etc. Incluyen heces y otros materiales que pueden ser descompuestos por
bacterias aeróbicas, es decir en procesos con consumo de oxígeno. Cuando este
tipo de desechos se encuentran en exceso, la proliferación de bacterias agota
el oxígeno, y ya no pueden vivir en esta agua peces y otros seres vivos que
necesitan oxígeno. Buenos índices para medir la contaminación por desechos
orgánicos son la cantidad de oxígeno disuelto, OD, en agua, o la DBO (Demanda
biológica de oxígeno).
• Sustancias químicas inorgánicas:
en este grupo están incluidos ácidos, sales y metales tóxicos como el mercurio
y el plomo. Si están en cantidades altas pueden causar graves daños a los seres
vivos, disminuir los rendimientos agrícolas y corroer los equipos que se usan
para trabajar con el agua.
• Nutrientes vegetales
inorgánicos: Nitratos y fosfatos son sustancias solubles en agua que las
plantas necesitan para su desarrollo, pero si se encuentran en cantidad
excesiva inducen el crecimiento desmesurado de algas y otros organismos
provocando la eutrofización de las aguas. Cuando estas algas y otros vegetales
mueren, al ser descompuestos por los microorganismos, se agota el oxígeno y se
hace imposible la vida de otros seres vivos. El resultado es un agua maloliente
e inutilizable.
RECUERDA,
Un rio limpio no es el que se limpia más, sino el que se ensucia menos...
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